domingo, 30 de diciembre de 2012

Del porqué de este blog

Algo está cambiando en mi. Es como una marea de sentimientos contradictorios que se agolpan en mi cabeza. Y de repente, siento la necesidad de escribirlos, de compartirlos. Porque me siento un poco sola con este runrun, porque escribirlos me ayuda, porque quizás escribiéndolos ayude a alguien... Vale! También hay porqués más mundanos! Porque tengo una amiga que se lo pasa pipa con su blog y sus bloguer@s, porque nunca he tenido un blog y me pica la curiosidad... Enfin,los porqués son muchos, y hacerlo no debe ser tan difícil, a pesar de ser una negada para la informática!

 De bien pequeña entendí que el camino a la felicidad estaba marcado, establecido. Había que seguir una secuencia determinada, que se iba presentando en tu vida como por arte de magia y que había que seguir el camino. La niña de seis años que yo fui, tenía un papa y una mama, que se querían mucho, se casaron y, fruto de su amor, llegamos mi hermano y yo. Vivíamos en una bonita casa y celebrábamos las fiestas en familia, cantando y bailando. Ahhhh... No era oro todo lo que relucía, pero enfin, yo entendí que para ser feliz había que enamorarse de una persona y tener hijos. Además, todos los cuentos que me leían, y todas las películas que veía, así lo corroboraban.Y esta idea me ha perseguido toda la vida, y me ha hecho sentirme tan infeliz por no poder cumplirla, que un día me dije: "A la mierda! Tengo que aprender a ser feliz conmigo misma!". Sí, pues esto que parece tan lógico, a mi me ha costado muchos llantos y muchas comeduras de coco...Y voy a reconocer, que aun algun día me pongo blanda... Pero, elegir ser feliz es un esfuerzo, y aquí estoy buscándome a mi misma en cada decisión, en cada paso, en cada rincón.

 Cuantas veces me he preguntado porqué no conocía a la persona adecuada, si yo soy una tía simpática, echá palante, currante, cariñosa y generosa! Pues la verdad creo que quizás nunca me lo creí del todo, y esos kilos de más siempre me han amargado la vida. Yo nací siendo una bolita sonrosada y alegre, a la que no paraban de repetirle "no comas que te vas a poner gorda y fea", y al final supongo que me metí en el rol. Creo que cuanto más me lo repetían, más comía, y peor me sentía. En mi adolescencia, fui una chica introvertida que no tenía muchos amigos. Los pocos que tenía, eso sí, eran buenos amigos. Pero no solía gozar de las amistades masculinas. Era como si no supiera relacionarme con ellos. Me gustaron varios chicos, pero ninguno me veía o si me veían, era para meterse conmigo. Y bueno, me fui creando una coraza, y en la época de la facultad, hasta les rugía... Vamos, que lo mío nunca fueron las relaciones amorosas, y de echo las que he tenido siempre han resultado ser unos buenos marrones...

 La cuestión es que me harté de ser el patito feo, y cuando estaba en la facultad, me puse a dieta seriamente, y oye! acabé hecha un bonbón...Dulce por fuera, pero amargo por dentro. La verdad es que en esa época tenía la autoestima por las nubes,  pero seguía sin saber escoger qué era lo mejor para mi... He estado con tíos casados, con tíos posesivos, un alcohólico y hasta un marroquí que me quería convertir al Islam... Coño qué historial! Si lo miro con perspectiva es para mear y no echar gota! Sí, la cosa es claramente un fallo conceptual mío, no he sabido escoger lo que realmente me convenía... Tengo un concepto erróneo de las relaciones amorosas... Eso añadido a alguna que otra carencia afectiva me lleva a la situación actual, con mis 30 y pico, y sin perspectivas de encontrar una persona con la que pueda congeniar.

 Bueeeeno, pues habrá que reinventarse,no?  Cuando la gente que tienes a tu alrededor tiene un esquema de vida diferente al tuyo, es difícil reinventarse. Piensas que la única manera de ser feliz es hacer como hace todo el mundo. Pues llamadme corta de miras, pero cuando te lo han metido tanto en la cocorota, es difícil pensar que existen mil maneras para ser feliz, y que tu escoges serlo o no serlo. Con la madurez que te dan los años, y los viajes por el mundo, te das cuenta de todo lo bueno que cada uno tiene, y de que tenerlo todo es casi imposible... De echo, veo tantas parejas tan antipasionales y antiamorosas, que da miedo tener una vida tan insípida... Vamos que el esquema tradicional también puede hacerte sentir infeliz. Yo que vivo las relaciones amorosas con tanta pasión, ahora me cuesta concebir una relación por conveniencia. Por tanto, qué querría yo? Pues encontrar una persona por la que sienta una admiración mutua, un amor incondicional, una complicidad y un respeto que nunca se acabaran por mucho que pase el tiempo... Vamos, algo muy muy difícil de encontrar, sobretodo cuando no se sabe escoger correctamente, como yo. Al final, lo que he hecho siempre es conformarme con unas migajas de cariño, y en unos cálidos brazos, olvidarme de todo lo que yo realmente desearía. Así pues, tengo que dar mil gracias por tener una familia, que con sus más y sus menos y con sus mejores intenciones, quiero con locura; unos amigos que a pesar del tiempo y la distancia, han estado siempre ahí; el privilegio de tener un trabajo que me da muchas satisfacciones personales; la suerte de poder viajar, descubrir el mundo y ver la vida con otros ojos. No voy a negar, que sigo con la ilusión de encontrar algun día esa persona con la que compartir mi vida. Encuentro preciosa la palabra "compartir", aunque también tiene un toque egoísta, ya que el compartir me proporciona satisfacción y bienestar. Y a pesar de que comparto muchas cosas con la gente que me rodea, mi vida está bastante centrada en mi, y empiezo a sentir la necesidad de compartir mi yo más profundo y enseñar todas las cosas maravillosas que soy y que se puede ser.

 Cuando era pequeña, me encantaban los niños! Me los metía a todos en el bolsillo.Me encantaba jugar con ellos. Me apasionaban su inocencia, sus risas gratuitas, sin juicios de ningun tipo. Creo que siempre me he oído decir que algun día quería ser mama. Y aunque siempre lo concebí como fruto del amor entre dos personas, hoy en día, pienso que no quiero renunciar a la maravillosa experiencia de dar la vida, de transmitir todo lo bueno que hay en mi a mi hijo. Es un camino de generosidad y amor infinitos. Pero qué miedo también! Yo soy consciente de mis carencias y de que he sufrido  bastante en algun momento de mi vida, y no quiero transmitir mis penas y mis miedos a nadie. Quiero dar todo lo maravilloso que tengo, y ser lo suficientemente valiente para aceptar mis errores, corregirlos y sobretodo no dejarlos en herencia.

 Y así con este mi primer post de mi yo en estado puro, con mis virtudes y mis defectos, con mis riquezas y mis carencias, os deseo que paseis un agradable rato de lectura con este blog.


 "Uno debe ser tan humilde como el polvo para poder descubir la verdad ". (Mahatma Gandhi)