viernes, 29 de marzo de 2013

La paciencia




Siempre me he preguntado porqué tengo  la manía de comer cuando tengo ansiedad. Soy de carácter bastante ansioso. Aunque creo haber mejorado  bastante este comportamiento a lo largo de los años, siempre que tengo una época de estrés, me da por comer más y perder el autocontrol. Muestra de ello es que soy capaz de despertarme por la noche para ir a comer. De echo, este comportamiento, supuso un grave problema para mí años atrás, puesto que se había convertido en algo sistemático. El comer por la noche, me tranquilizaba, me daba la serenidad que necesitaba en ese momento para poder volver a dormir. Pero claro… las comidas extras acaban pasando factura tarde o temprano,  y llegué a ponerme  como una verdadera morcillita . Así, intentando hacer dieta, me frustraba y me sentía muy culpable, cuando al despertarme por la mañana, me daba cuenta de que había sido incapaz de frenar mi comportamiento impulsivo de comer con nocturnidad y alevosía. Pero…en ese momento, lo único que quería era calmar mi ansiedad y volver a dormir.
  Joer, porqué no me daba por calmarme haciendo ganchillo?!!

  Estos días, absorta en la lectura del libro “Como ser una mamá cruasán” de Pamela Druckerman, me ha venido de nuevo este tema a la cabeza. Estaba muy interesada en leer este libro puesto que en mi casa hemos mamado bastante la cultura francesa. De hecho tengo la doble nacionalidad, puesto que mi madre me la ha transmitido. Aunque siempre hemos vivido en España, hemos tenido un contacto muy asiduo con Francia y sus costumbres. Ahí tenemos familia y hemos veraneado desde hace muchos años en casa de mis abuelos en el norte de Francia.
 Así pues, he tenido bastantes ocasiones para observar y experimentar en mis carnes como se educan los niños en Francia. La verdad, es curioso observar como los padres hablan con sus hijos con calma, sin alzar la voz, y como los niños simplemente obedecen, sin que te monten ningún pollo. Obviamente, alguno habrá que se salga de la norma, pero los niños generalmente se portan bien y están la mar de tranquilos en los restaurantes, en el súper o en casa de los amigos. La teoría de esta autora es que se les inculca la paciencia. Desde los 4 meses,  los bebés  son capaces de dormir sus noches enteras; de niños, de comerse todo lo que hay en el plato, de saber esperar a la hora de la merienda si se les da una golosina, de saber decir basta y no dar rienda suelta a su ingesta… Enfin, hay multitud de ejemplos.  La autora defiende que desde las pocas semanas, si el niño se pone a llorar, los padres hacen lo que llaman “la pausa”, es decir una espera de 5 a 10 minutos, en la que se “observa” al bebé para saber cuales son sus necesidades. La tendencia sería ir a verlo inmediatamente y cogerlo en brazos y ,según como, darle el pecho. Por lo visto estaríamos rompiendo los ciclos del sueño del bebe. Según los científicos del sueño, los bebés tienen ciclos de sueño de dos horas, que al principio les cuesta empalmar y lo manifiestan ajetreándose y llorando, y no tiene forzosamente hambre. Sería recomendable dejar que el bebé encuentre sus propias herramientas para tranquilizarse sin tener que recurrir a la comida ni a los brazos, ya que sino estaríamos reforzando la asociación comida-relajación.ç

 Y esto me traslada a mis vivencias personales, en las que la comida es una herramienta de relajación. Y pienso que ojalá me hubieran enseñado a recurrir a otras soluciones menos nocivas para mi salud!!  Y pienso en la manía que tenemos de dar una galletita a los nenes para que se calmen y se distraigan, cuando están llorando o nos están dando por saco… Ojalá sea capaz de inculcar a mis hijos esta paciencia y desvincular comida y relajación.

 Ojo! Estoy exponiendo la teoría de la Druckerman, una periodista americana afincada en París, que se ha dedicado a comparar el comportamiento de los niños americanos y franceses, y sus diferencias educativas !  La semana que viene ataco el libro Bésame mucho de Carlos Gonzalez, que  seguramente tiene una teoría bastante diferente, y quizás muy convincente, pero de momento, hay cosas de la educación francesa que están bastante en sintonía con mi forma de pensar. Quizás porque las he mamado en casa… Aunque también debo confesar que hay muchas otras cosas de mi educación, con las que no estoy de acuerdo, y que han generado en mi muchas inseguridades. Mmmm… tengo mucha lectura por delante todavía…

  Y a todo esto, os explico mi visita al Instituto Marqués! Traía todas mis analíticas y me hicieron la ecografía ginecológica. Todo estaba perfecto! J Pero…. La doctora me recomendó hacer dieta… :S Me dijo que debería perder 4 o 5 kilos, porque me encontraría mejor, me iba a resultar más fácil quedarme embarazada y prenvendríamos patologías gestacionales, como la diabetes  y otros problemas ligados al sobrepeso. Yo me quedé un poco pillada… Iba tan mentalizada de empezar ya, en el próximo ciclo, que ahora ya no sé qué hacer. Por un lado me digo: “Esperar a qué?! A perder unos cuantos óvulos más?!” y por el otro, pienso en la famosa “paciencia” de la que hemos estado hablando, y que quizás sea más beneficioso para mi, ponerme las pilas, bajar esos miserables 5 kilos como máximo en un mes y medio, e ir a la carga!!

 Desde mi retiro espiritual marroquí, con un té a la menta, en una soleada terraza de un café de Fez, os mando un beso bien gordo a tod@s y os digo Carpe Díem! Que la vida son dos días!! Muaaaaaaaaaaaa!!!

8 comentarios:

  1. La última frase era sólo por fastidiar, ¿no? Jajajaja.

    La verdad es que es curioso ver cómo las diferentes culturas adoptan distintos patrones educacionales. Sería bueno poder hacer un remix y quedarnos con lo mejor de cada una de ellas. Que viva la interculturalidad!!! Besotes y disfruta de tu retiro... (Grrrr.)

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Se ha borrado mi anterior mensaje...


    Qué envidia me das! Nunca he estado en Marruecos y me encantaría ir!!

    Pues yo soy todo lo contrario, los nervios me cierran el estomago y soy incapaz de comer.... Como dentro de una semana me voy de vacaciones, me he probado un bikini y me he dado cuenta de que me he quedado en los huesos!, si alguna vez en este siglo me quedo embarazada no se como voy a poder albergar a un bebé dentro de mí, dos ya ni te cuento. Esto me preocupa bastante, el pensar que pueda tener problemas por mis pocas carnes y facilidad de perder peso. Por el momento el médico no me ha dicho nada, veremos ahora en primavera cuando me vea más ligera de ropa....

    Muchos besos!!

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  4. He oído hablar de ese libro y la verdad es que quiero leerlo, si todo va bien en breve empezaré lecturas nuevas para mí! Besitos y disfruta de tu retiro espiritual ! ;) Bsss

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  5. Muy interesante la verdad. Yo supongo q cómo todo, el término medio es el mejor punto, pero hablo desde la inexperiencia total.
    que envidia de sol!!
    Espero q lo hayas pasado estupendo!!
    Besos!!

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  6. He oido hablar de ese libro, pero no me lo he leido, aunque despues de lo que cuentas... cada vez tengo mas ganas!!! Me parece muy interesnte lo que nos has contado... la verdad que es tan diferente la educación en cada pais!!!
    No te agobies por tus 5 kilos demas... ya veras como lo consigues... y disfruta de esa terraza!!!

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  7. Guapiii, que envidia tu retiro marroquí! Aunque no me quejo, por aquí también hemos estado muy bien :)
    A ver, tu entrada de hoy me da pa mucho, jejejeje...No sé si seré capaz de explicarlo todo bien, que ando caótica mental, pero a ello voy.
    Educación francesa por un lado. Bueno, ya sabes que viniendo de madre criada en Francia y padre alemán, en mi casa también eran fans de esa forma de entender la crianza. Y yo pensaba lo mismo hasta que tuve a Peque. Entonces me replanteé mi forma de ver la educación y veo que en el fondo mis padres y yo no lo hemos hecho de forma tan diferente. Bueno, mi padre si tiende más a la "severidad", pero si voy al meollo de las cosas, a mí se me educó explicándome con mucha paciencia las cosas, con mucha calma, y sin castigos físicos, por supuesto (bueno, ni físicos ni no físicos, no soy capaz de recordar castigos). En realidad, conmigo lo tenían fácil, siempre he sido tranquila (si obviamos la adolescencia, ejem), así que supongo que habría que haberlos visto con un niño más peleón...(vamos, como el que me ha tocado a mí, jejejeje...).
    Pero bueno, pasando de mi ejemplo concreto, que no es paradigma de nada, los conceptos que mencionas del libro me chirrían...Lo de "los niños simplemente obedecen" es algo que no me gusta. Claro que es muy cómodo y que te ahorra muchos momentos de "tierra trágame", pero yo no quiero un hijo que simplemente obedezca órdenes. Creo que la educación va más allá de eso. Y cualquiera que se ponga en la piel de un niño entenderá que a veces al crío le es difícil hacer caso porque no es capaz de entender nuestras razones. Tener un hijo requiere de infinitas dosis de paciencia.
    Lo de "la pausa", pues tampoco va conmigo. Yo atiendo a Peque siempre que puedo, y si no se puede, no se puede, pero no voy a estar cinco minutos de reloj observándolo mientras se desgañita llorando...Es que no me sale, soy incapaz.
    Más cosillas...La relación comida-relajación. Creo que eso depende mucho del individuo. A mí comer no me relaja, si estoy nerviosa no como...
    En fin, tengo ganas de que te leas el otro libro y me digas cómo lo ves. De todas formas, creo que cuando tienes a tu churumbel delante es cuando sale a flote tu instinto, el tuyo y de nadie más, para saber cómo quieres criarlo.
    Toma ya, he vuelto con ganas de cháchara, jejejeje...
    Muuuuas!

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  8. ¡Hola! Acabo de ver por primera vez tu blog, he leído tu entrada, me gusta y me quedo, todo seguido, jajá, me voy a hacer seguidora...mira cada libro tiene sus cosas buenas, cada autor que leas algo de él te gustará pero al final cuando te toca la práctica se olvidan todas las teorías que has leído y haces lo que crees o lo que puedes, jajá...Un saludo!!!

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